Logo Trencamoles

Cati

AGRUPACIÓ DE MUNTANYA EL TURMELL, XERT
ASSOCIACIÓ SENDERISTA L’ESQUETXE, ROSSELL
SORTIDA SENDERISTA PEL TERME DE CATÍ

La marcha senderista del mes de febrero nos lleva a subir al pico de la Nevera de Catí, pico que destaca en el horizonte ja que se ve aislado de la resta del paisaje y parece que
nos esté desafíando. Así que se propuso una ruta para subir al citado pico.
Vamos las dos asociaciones dichas anteriormente, además de compañeros de la Sénia, Sant Mateu, otras poblaciones, así como el guía local catinenc Marc y su hijo.
Salimos de Xert a las 7.45 y sobre las 8.15 llegamos al aparcamiento que hay alrededor del Santuari de la Mare de Déu de l’Avellà, en el término de Catí.
Allí llegamos 52 caminantes que hemos hecho esta ruta. Cogemos una pista que pasa por delante de unas edificaciones dedicadas al turismo rural. Todo seguido, comienza una bajada sin dificultades y acto seguido una fuerte subida. Tanto una como la otra transcorren por un denso bosque de encinas, árbol que nos acompañará en todo el recorrido. Sobre las
8.45 llegamos a la parte más alta de la subida, donde se separan las aguas, y donde hay una clariana. Descansamos del esfuerzo y si volvemos la vista atrás podemos ver parte del
Santuari de l’Avellà.

Comenzamos de nuevo otra bajada y llegamos al fondo del barranc de la Masà. Y ahora sí comenzamos una única subida que nos llevará al pico que parece desafiarnos desde Xert.
La subida siempre és por dentro del barranco o por su lado, pero siempre con la encina como árbol acompañante. Subimos y subimos, porque siempre es subir y subir, hasta que
divisamos las paredes, aún bien conservadas de la Nevera del Mas de la Serra a una altitud de 1082 de metros. Su recinto es circular y todo lleno de vegetación. Al fondo de la nevera se puede acceder a través de una estrecha y empinada escalera de piedra que servía para que los operarios pudieran bajar y subir.
A su alrededor almorzamos y a continuación retomamos la ruta sobre las 10.30.
Seguimos subiendo por la falda de la montaña, ahora sin ningún árbol y a pleno día hacía cierto calorcito a pesar de estar a mediados de febrero. Sobre las 10.50 llegamos a la Nevera Vella, a una altitud de 1233 metros. De ésta tenemos que destacar que las paredes
están en ruinas y la boca por donde se introducía la nieve es un marco cuadrado con la
piedra trabajada para poder poner encima la tapadora para cerrar el depósito. A un lado podemos imaginarnos que se encuentra la escalera por la cual se bajaba al fondo del recinto, pero que hoy en día este espacio está totalmente recubierto de vegetación y por tanto no se puede bajar.

De aquí y antes de emprender la última subida que nos lleva a la cima a una altitud de 1285 metros, nos acercamos a ver unas cuevas que se encuentran a cinco minutos de la Nevera Vella. Son dos cuevas no demasiado grandes que debieron de servir de refugio a los pastores y otras personas de las inclemencias del tiempo. A la primera se puede entrar a pie sin ningún esfuerzo y a la otra, que se encuentra a su lado, se sube un escalón de piedra. Volvemos a la Nevera Vella y ahora ya sin ningún otro entretenimiento llegamos a la cima que nosotros conocemos como la Nevera de Catí. Son las 11.30. Vistas espectaculares, las que tenemos desde la cima: Catí y su valle con la carretera que va a
Albocàsser con las parcelas bien dibujadas, y Tírig; mirando al norte, Xert y sus moles ; de cara al este, Montsià, la punta de la Banya del delta de l’Ebre, la vall de la Salzadella y la población, y en algún momento alguna isla de les Illes Columbretes y la serra d’Irta; al sur el pico de Penyagolosa, Culla y Benafigos como si estuviera colocado en el estante de una estantería; el mas de Gibalcolla y el barranc de Lusano.

Después de admirar el paisaje y sin perder demasiado tiempo comenzamos la larga bajada hasta el Santuari. Hay que decir que buena parte de la bajada la hacemos al lado del marge (pared) de pedra en sec que servía para delimitar las parcelas dedicadas al trabajo o
para el pastoreo. En esta bajada, también podemos observar otras construcciones en piedra
aprovechadas por la gente que trabajaba en estos lugares: màrgens que en su interior contenían un pequeño pozo que recogía el agua de lluvia para poder beber y casetas que
servían para refugiarse de las inclemencias del tiempo y una preciosa caseta de volta también en pedra en sec.
Bajamos y bajamos y cuando temina esta bajada, tenemos una pequeña subida que nos deja en el aparcamiento del Santuari de l’Avellà. Hora de llegada: 13 horas. Hacemos los comentarios correspondientes de la ruta y nos despedimos hasta la próxima: 29 de marzo,
Viernes Santo y subida a la serra Turmell
Hasta la próxima! Salut i muntanya!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *